Cosas que no le interesan a nadie

Es muy probable que la mayor parte de nuestra vida se la dediquemos

a cosas que no le interesan a nadie.

Subiendo a ascensores, llenando formularios, yendo a baños, esperando en semáforos, comiendo comida recalentada, teniendo días idénticos a otros en el trabajo, tirados en la cama mirando el celular, recién despiertos mirando el celular, no pudiendo dormir por haber mirado tanto el celular.

Aunque esas cosas ocupan el 90% de nuestros días, jamás las contaríamos como lo que hicimos durante esos días.

No las incluiríamos para contar quiénes somos o qué hacemos.

No las subiríamos para mostrarnos interesantes.

Cosas inmemorables, irrelevantes, repetidas, incoloras, regulares.

Cosas de las que se trata la mayoría de nuestra vida.

La verdad es que sin momentos olvidables, no existirían los inolvidables.

No hay nada más potente que el espacio en blanco.

El silencio previo y posterior a la canción.

Eso es lo que la hace ser.

Todo lo que no es existe para resaltar todo lo que sí es.

Las cosas que no le interesan a nadie son nuestro lugar de descanso

Donde no necesitamos estar esperando que pase algo descomunal.

Donde podemos aprovechar para ver cómo, mientras todo se repite igual, lo que cambia somos nosotros mismos.

Pero hay algo aún mejor.

Y es que podemos hacer que esas cosas se vuelvan interesantes.

Todo está en el poder de observar.

De descubrir que en todas las cosas que vivimos estamos dando muchísimo por sentado.

Por obvio.

En todo lo que vemos, estamos evitando hacer foco en el 99% de las cosas.

Casi nunca miramos el pasto que crece entre las baldosas.

La simpatía de los pajaritos comiendo.

Casi nunca nos detenemos durante dos minutos a mirar nuestra casa en silencio.

A observarnos en nuestros objetos.

Observar no solo hace que todo se vuelva más interesante.

Sobre todo, nos enseña que todas esas cosas que no le interesan a nadie, principalmente es porque a nosotros no nos interesan.

El arte se trata de eso:

De observar, de reconocer, de descubrir, de apasionarnos por lo que hay detrás de lo obvio.

De decir: miren, esto es interesante para mí.

El arte se trata de señalar.

Sacando fotos, pintando, cantando, escribiendo, haciendo videos.

No importa que las cosas no le interesen a nadie, sino a nosotros.

Porque al final, interesarnos por esas cosas es lo que nos hace interesantes.

Esto es una invitación.

para observar, nuevamente, el mundo

Para bajar la pantalla y darnos, al menos un minuto por día,

para mirar todas esas cosas que tenemos y no nos habíamos dado cuenta que teníamos.

Para descubrir que no hay nada que no sea interesante

cuando lo observamos por unos segundos más.

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