HACER
Hacer es exponerse.
Es desnudarse frente a la opinión de todos los demás.
Hacer es izar una bandera que grita “Soy vulnerable”.
Pero hacer es la única manera de aprender.
De mejorar.
De crecer.
Cualquier idea pésimamente hecha vale más
que la mejor idea del mundo
que permaneció por siempre atrapada en una cabeza.
No existe hacer sin tener miedo.
De pensar que en cualquier momento van a descubrir que somos unos impostores.
Pero a no confundirse:
la valentía no es no tenerlo.
Es sentir que nuestra causa nos quema tanto por dentro
Que no podríamos hacer otra cosa
que animarnos a hacer
a pesar del miedo.
No existe hacer sin dudar.
De nosotros mismos.
De nuestras capacidades
Pero si hay una duda,
Seguramente detrás haya una verdad.
La verdad es que nada es tan terrible.
Al que le guste lo que hagamos, algo le quedará.
Y al que no le guste, en nada se olvidará.
Hacer es saber que mañana probablemente
también estemos en contra
de nosotros mismos
aquella vez que hicimos.
Nos vamos a ver inocentes, inmaduros…
Pero eso, querida persona, es crecer.
No debe existir tortura más grande
Que seguir pensando lo mismo durante toda la vida.
Eso sí que no se lo deseo a nadie.
Vivimos de a ciclos de veinticuatro horas.
Todo lo que quieras hacer
Lo deberías poder empezar hoy.
Porque si no podés
aunque sea soñarlo, anotarlo o pensarlo,
lamento decirte
que no lo vas a empezar nunca.
Aprovecho estas noticias crudas,
para contarte algo más:
No le vas a gustar a todo el mundo.
No.
Sí, ya lo sé.
Quizás te comas la cabeza imaginando qué es eso que haces mal.
Encontrando lo que no simpatiza, lo que molesta.
Pero en el mundo existe la pizza, Messi, el mar, el dulce de leche…
Y ni siquiera esas ideas
tan parecidas a la perfección en la tierra
Logran gustarles a todos.
Si te gustaría que te contraten para hacer algo
Lo mejor que podrías hacer
Es demostrar que sabés hacer ese algo
Y eso lo podés hacer
Haciendo ese algo.
Esos títulos y diplomas podés dejarlos en un cuadrito
y regalárselos a tus padres
Créeme, les va a encantar
Los van a colgar en su casa.
Lo van a mostrar orgullosos.
Hacer es eterno.
Hacer cuesta, a veces, toda la vida.
En el medio,
Nos vamos a comparar con los demás.
Pero no con cualquiera:
Con los que mejor hacen lo que nosotros no pudimos hacer.
Y así, vamos a medir estupideces con números.
De seguidores, de likes, de estadísticas sin sentido.
Vamos a ser muy injustos con nosotros mismos.
Vamos a sufrir.
Nos vamos a humillar.
Nos vamos a quemar.
Pero es eso
O esperar el momento ideal.
El sinónimo más amable
De dejarse morir.
Cualquier persona que hace
ya hizo mucho más
que aquel que se pasó años
pensando que algún día haría.
Hacer es probar, y fallar, y volver a intentar.
Como si fuésemos inconscientes.
Hacer es aceptar que en cierto punto lo somos.
Porque hacer, en el fondo, es intentar cambiar el mundo
De a una mueca,
de a tres segundos
de a una sola persona
a la vez.
Perdón si esto incomoda
Pero quisiera saber
Qué estás haciendo
Que no estás haciendo.
